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¿Por qué me haces esto, cuerpo? (Dylan) +18

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Mensaje por Luxia A. Valkirya Vie Mar 22, 2019 4:27 pm
Verano. Eran las últimas semanas de verano y toda la universidad,  bueno… la gente que quería,  se apuntó para ir a la playa y así poder disfrutar de aquellos últimos días de verano que quedaban antes de empezar el nuevo semestre.  Obviamente, yo me apunté ya que no iba a hacer nada en todo el verano aparte de estar con mi hermana y su pareja, del cual me daban muchísima envidia, ya que yo también quería un novio tan atento como lo era el suyo, pero de momento, no había nadie que me llamase la atención,  o eso era lo que yo pensaba. La sorpresa fue, que cuando vi la lista de los apuntados a ir a la playa, fue que vi a toda la familia Eckhardt e integrantes y eso me enervó, ya que estaba él, el dichoso y asqueroso Dylan Zephyr Eckhardt para tocar más las narices.  Rodé los ojos, pero no le presté, mucha importancia,  total, si no nos encontrábamos, no pasaba nada.

Llegó el día de irse a la excursión y yo, como todos, preparé todo para irnos. También iba mi hermana con su pareja, por lo que fui con ellos dos delante de la universidad, que es donde se había quedado para ir. Podía sonar infantil, ya que muchos tenían coche, pero todos optamos para ir en autocar, ya que esa playa estaba algo lejos de la ciudad. Subimos y yo me senté al lado de una compañera que más o menos me llevaba bien, pero tampoco me llevaba mal. Cuando Dylan pasó por mi lado y me sonrió de aquella forma tan irritante de superioridad, fruncí el ceño y desvié la mirada hacia la ventana. Cabe decir, que fui yo quien me senté en la ventana. Estuve todo el viaje en silencio, con la cabeza apoyada en la mano y mirando el paisaje sin decir absolutamente nada.  

Cuando llegamos, cada uno fue bajando y yo me bajé y me fui con mi hermana. No quería soportar al idiota de Dylan durante las vacaciones, aunque no era consciente que sí que lo iba a aguantar. Cada uno, se puso donde quería.  Obviamente él se puso con su familia y yo con la mía,  quería estar lo más lejos de él posible. Desde que nos conocimos, siempre habíamos estado discutiendo por activa o por pasiva,  por A o por B, por blanco y por negro. Todo el día discutiendo y solo hacía más que discutir. Bueno… discutir y él acostándose con la primera que se le insinuaba un poco. Preparé las cosas y me eché la crema por encima y me tumbé en la toalla, no me apetecía bañarme, por mucho calor que hiciera.

Al cabo de no sabía cuánto,  escuché su voz que se dirigía hacia mí. Como tenía las gafas de sol puestas, me las bajé un poco y lo miré sin decir nada. Él me dijo si no le iba a decir nada y le dije que me dejase en paz. Como era lógico,  no lo hizo y eso hizo que acabáramos discutiendo otra vez, como siempre hacíamos.  Ya no sabía si lo hacía para cabrearme o directamente porque me odiaba, cosa que yo lo odiaba muchísimo y deseaba que se fuera de la universidad día tras día para poder estar tranquila. Fuimos a comer barbacoa y, como siempre, yo estuve con mi hermana todo el maldito rato, no  quería estar con él. Odiaba estar con él.  Aunque cabe decir, que cuando lo estaba,  mi corazón se aceleraba y mi respiración se entrecortada, pero yo pensaba que era de lo histérica que me ponía solo su propia presencia. En un momento dado, pillé a mi hermana sola y se lo comenté.  Ella me dijo que era amor, que estaba enamorada de él. ¡QUÉ! ¿YO ENAMORADA? ¡NI DE COÑA! O eso era lo que yo pensaba.

Llegó la noche y me fui a una cala sola. Necesitaba paliar las palabras de mi hermana que me había dicho hacía apenas unas horas. Me senté en unas rocas que había y me abracé las rodillas mirando el mar, dejando que la brisa marina acariciase mi pelo y mi piel. ¿Qué estaba enamorada de ese engendro? Imposible, totalmente imposible,  si no paraba más que tocarme las narices y hacerme cabrear. Sólo de pensarlo, me abracé más a mis piernas y fruncí el ceño. No, seguro que ella estaba equivocada, no podía ser amor. No, seguro que no lo es… ¿y si de verdad lo fuera? ¿Y si de verdad estuviera enamorada de Dylan? ¿Él sentiría lo mismo por mí? ¿Él me amaría? Sacudí la cabeza. No, seguro que no me ama, él me odia, seguro que me odia.

Entonces, una voz masculina me quitó de mis pensamientos. Era él. Dylan. Fruncí el ceño y le dije que qué hacía ahí. Él me dijo que, como no estaba con el grupo, me había venido a buscar. Eso me hizo sonrojar un poco, aunque con la oscuridad de la noche, no se vio y así lo agradecí.  Él se sentó a mi lado y empezamos a hablar tranquilamente. Realmente, podría acostumbrarme a hablar con él de aquella manera tranquila y serena, sin ningún tipo de discusión alguna. No sabía por qué, pero de mis labios salieron unas palabras que decían lo siguiente: “Si tú y yo fuéramos pareja, nos llevaríamos bien?” ni yo misma supe el por qué me salieron aquellas palabras, pero salieron. Él se me quedó mirando algo boquiabierto y lo único que salió de sus labios fue un “Claro que no, no pararíamos de discutir, es más,  no eres mi tipo. Eres demasiado borde, estúpida y demasiado débil.” Eso me hizo cabrear. Apreté la mandíbula y le grité que se callase. Me levanté y me fui enfurruñada de ahí.  En todo lo que restaba de viaje, no le dirigí la palabra en ningún momento. Ni ese viaje, ni nunca más…”


Era el inicio del semestre y yo no le había dirigido más la palabra al idiota ese de Dylan. Me importaba una mierda lo que dijera y tenía claro que no le iba a dirigir la palabra en la vida. Al entrar en clase, lo vi sentado ahí en su sitio de siempre con las manos echadas a la cabeza. Fruncí algo el ceño y me senté a su lado que, precisamente, me sentaba con él.  Él me dijo si me pasaba algo, si estaba enfadada o algo y yo le dije que no. Siguió hablando y yo lo hice callar cuando las clases empezaron. No podía dejar de pensar en aquella noche, no podía, me era imposible.  Estaba claro que él me odiaba y yo lo odiaba a él. Sacudí la cabeza ligeramente e intenté centrarme en la clase. Cabe decir, que aquella noche, lloré muchísimo,  casi ni dormí, me hizo mucho daño, más daño que cuando se lía o se acuesta con otra. Cabe decir, que conmigo no había llegado a eso y deseaba que jamás pasase. Siempre lo evitaba y seguiría haciendo hasta el fin de mis días.  No quería saber nada de él, quería que se largara ya de una maldita vez a su puta casa o donde quiera que fuera, no lo soportaba, solo de estar a su lado, me causaba náuseas,  aunque por dentro,  mi corazón latía con fuerza y me sentía realmente nerviosa.

Al terminar la clase, me fui de ahí y me fui a dar una vuelta. Necesitaba irme, no quería estar cerca de él.  Me fui con mi hermana y su pareja y nos fuimos a desayunar por ahí.  Fue cuando entonces, él vino y me preguntó qué me pasaba. Yo le seguí insistiendo en que no me pasaba nada. Fue entonces, cuando tuvimos que volver a la siguiente clase y, en medio del pasillo, me cogió de la muñeca y me giró obligándome a decirle lo que le pasaba. Apreté la dentadura le insistí que no me pasaba nada. Fue entonces,  cuando empezamos a discutir otra vez y yo le dije que no quería saber nada más de él,  que se fuera a freír espárragos.  Él se cabreó y me echó todo en cara, que no valía nada como mujer y que todos los recuerdos que habíamos tenido desde entonces,  todos habían sido una farsa y que no tenía sentido cogerle importancia.  Apreté los puños y la mandíbula otra vez y, sin pensarlo, le di una bofetada antes que acabara la frase. Antes que acabase la frase, le aventé una bofetada y, sin decir nada, me fui hacia mi habitación. Mi hermana se me cruzó por delante, pero no me dijo nada, aunque ella tuviera ganas de preguntarme que qué me pasaba.

Cuando llegué a la habitación,  cerré la puerta de un portazo y me senté detrás de ella y me hice un ovillo. Me abracé a las piernas todo lo que podía y, sin darme cuenta, empecé a llorar. ¿Por qué? ¿Por qué me hacía eso? ¿Tanto me odia? ¿Qué le he hecho para que me trate así? Vale que tenga un carácter especial, pero… ¿tan mala soy? ¿Será verdad que soy una borde y una estúpida? Preguntas sin respuesta azotaban mi cabeza y sólo hacían nada más que dañarme más de lo que ya estaba. Lo odiaba, no lo soportaba, ojalá me hubiera callado el día de la playa, bocazas, más que bocazas. Y yo que sólo quería estar bien con él… en ese momento, fue cuando me di cuenta de que realmente lo amaba, pero… ¿qué había visto en él que tanto me había llamado la atención? Ni yo misma lo sabía,  sólo sabía que me gustaba, que estaba enamorada de él y que ojalá no fuera como era…
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¿Por qué me haces esto, cuerpo? (Dylan) +18 Empty Re: ¿Por qué me haces esto, cuerpo? (Dylan) +18

Mensaje por Dylan Z. Eckhardt Mar Mar 26, 2019 5:39 pm
Era un gilipollas, lo sabia, estaba en mi ADN, pero no lo podía negar. Pero a veces, ser gilipollas provocaba aquello que hicieras gilipolleces y había hecho la más grande toda mi vida. A ver, se suponía que estaba enamorado de Luxia desde que la había conocido, pero me seguía acostando con toda mujer que me llamase la atención, mujeres que normalmente me odiaban después porque me iba de sus habitaciones sin volver a mirarlas de nuevo. Pocas veces había repetido con una mujer, pero no había conseguido encandilar a la que a mi me interesaba, es más, al ser un imbécil la había alejado de mi. En verano la había cagado de lleno, justamente cuando ella me estaba preguntando si podíamos ser una buena pareja, yo había sido un imbécil de nuevo y le había dicho lo contrario de todo lo que pensaba, de todo lo que sabia que era la verdad. Me estuve recriminando aquellas palabras desde que ella se fue enfadada de mi lado, no la culpaba, pero claro que mi cabreo conmigo mismo no fue nada comparado con el de mis hermanos mayores. No sabia como, pero Dean y Ekhi se había enterado de lo que había pasado (por la hermana gemela de Luxia) y me habían pegado la bronca padre por lo que había hecho. Sabia que había hecho mal, pero cuando una cosa así ocurría, después lo difícil era arreglarlo de nuevo.

Había soportado durante todo el resto del verano el acoso de todos mis hermanos sobre lo que había pasado y que le dijera a Luxia de una vez lo que sentía. ¡Claro, ellos lo veían muy fácil! Ella me odiaba y yo la odiaba… ¡vale, joder, no la odiaba! Al menos, ella pensaba que si lo hacia, pero solo mi familia sabia lo que sentía de verdad y por eso me metían tanto la bronca por lo que había pasado en aquel viaje. Ni siquiera su hermana pequeña y su hermana gemela me miraban cuando me veían por la calle, el novio de Cynthia por poco me había roto la cara cuando nos encontramos por la calle, pero solo su novia había sido capaz de pararlo. Vamos, que tenia a todo el mundo en contra… no esperaba otra cosa porque había sido un ser asqueroso que se había comportado de la peor manera posible con una de las personas que más amaba en el mundo. Pero ahora tenia que apechugar con las consecuencias de mis malditos actos, Dean y Ekhi me habían obligado a pensar en ello durante días, que era lo peor que podían hacer porque no se puede pensar que alguien de sangre caliente como yo se va a controlar cuando se cabree.

Habían empezado las clases de nuevo, por fin, Luxia me tendría que hablar quisiera o no porque compartíamos mesa, aunque no todo salía como yo pensaba, lo cual era entendible, pero ella ni siquiera me había dejado hablar y no me había confirmado si estaba cabreada o no. Sabia que le pasaba algo, quería que me dijera que era yo lo que le pasaba, quería que me dijera que mis palabras eran las que le hacían estar de ese modo pero como solía pasar ella era incluso más tozuda que yo, lo cual ya era decir mucho. Se me había escapado justo después de clase, justo cuando estaba dispuesto a arrinconarla para sonsacárselo. Sabía que me la estaba ganando, sabía que podría acabarme ganando unos gritos de su parte, pero así era yo.

Por eso la busqué hasta que la encontré con su copia y el novio de esta, lo bueno es que él y yo éramos amigos pero cuando el tema tenía que ver con Luxia o Cynthia, se convertía en un basilisco. Le levanté la mano para calmarlo y me acerqué a Luxia preguntando de nuevo que le pasaba, después de responderme lo que yo no me creía de nuevo, quiso escaparse pero esta vez no, esta vez no me iba a pasar una hora más en silencio y que se me escapase al salir. La seguí por el pasillo y la cogí de la mano para que se girase, insistí de nuevo y pasó lo que no debía, empezamos a discutir y mi sangre caliente volvió a salir. Sí algo se me daba bien era decir las cosas que le hacían daño a la gente, pero aquella vez lo hice con la persona equivocada. Le dije cosas horribles a la mujer más hermosa que había conocido jamás (sin contar a las mujeres de mi familia) y no pude detenerme hasta que su mano impactó contra mi mejilla haciendo que me diese cuenta de lo que había hecho, no pude decir nada antes de que ella se fuese y yo me pudiese una de mis manos en mi mejilla atacada para calmar el dolor.

Se me habría pasado el enfado de no ser porque justo cuando me estaba empezando a calmar, recibí dos golpes en la parte posterior de la cabeza de dos manos distintas e idénticas a la vez. Me giré a punto de matar a alguien, pero la visión de mis dos hermanos gemelos mayores hizo que supiese que habían visto y oído todo lo que acababa de pasar. No pude calmar el enfado que crecía de nuevo dentro de mí y me enfrenté a ellos por pegarme, mis hermanos eran de sangre caliente como yo pero sabían cómo controlarme. Entre ambos me pegaron contra la pared sin hacerme daño, pero solo haciendo que diese un pequeño golpe para que me callase, me mantuvieron allí con los dos delante. Me echaron una bronca de tres pares de narices, en alemán que además parecía incluso peor. No dejé de maldecir e intentar que me soltasen hasta que me calmé y me di cuenta de lo que había hecho. Dejé que me dijesen todo lo que querían decirme, hasta que les pedí que me soltasen. Sabían que estaba más tranquilo porque mi cuerpo entero se había relajado, me dejaron y me fui corriendo.

Llegué al cuarto de Luxia en menos tiempo del que esperaba, las palabras de mis hermanos aún me revoloteaban por la mente. Claro que en mi carrera hacia allí había arrollado como a cinco personas a las que había pedido perdón a gritos sin detenerme. Tomé un poco de aire antes de golpear la puerta de Luxia e intentar abrir, pero se había encerrado bien. -Luxia, abre por favor.- Como ya me esperaba, ella no contestaba y volví a intentarlo. -Vamos Lux, por favor. Abre la puerta.- Segundo intento y ninguna respuesta, muy bien, ella se lo había buscado. -No me voy a ir hasta que abras, princesita.- Ya está, había tirado la bomba atómica, aquello iba a ser peor que lo de Hiroshima y Nagasaki juntos, pero era la única forma de hacerla reaccionar, no sabía que iba a hacer cuando abriese, besarla era una buena opción, pero no quería perder mis dientes, así que primero veríamos si abría.


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¿Por qué me haces esto, cuerpo? (Dylan) +18 Empty Re: ¿Por qué me haces esto, cuerpo? (Dylan) +18

Mensaje por Luxia A. Valkirya Mar Mar 26, 2019 8:18 pm
¿Por qué? ¿Por qué me pasaba esto a mí? ¿Le había hecho algo para que me tratase como una mierda? ¿Tan mala mujer soy? Vale que tenía un carácter muy especial y digamos que era algo borde muchas veces, pero no era tan mala mujer… ¿o sí? Tantas preguntas azotaban mi cabeza, que ya no sabía cual era la respuesta de cada una de ellas. Ya se veía a leguas que Dylan me odiaba y eso no había nada más que remediarlo. Tendría que olvidarme de él, pese a que recientemente me había dado cuenta que mi corazón se había fijado en él y no dejaba que pensase con claridad. Las lágrimas seguían bajándome por las mejillas, el pecho me dolía y no podía parar de llorar. Me abrazaba más a las piernas, deseando poder desaparecer de este mundo. Ojalá no hubiera nacido, ojalá no lo hubiera conocido y ojalá… no me hubiera enamorado de él, pero es que tampoco podía evitarlo, mi corazón se fijó en él, como anteriormente había mencionado, y jamás me había pasado esto en los 21 años de vida que tenía. Estaba claro, que tú no eras dueña de quién te enamorabas y de quien no, él me lo estaba demostrando, pero me tendría que haber enamorado del peor… mira que había hombres en el mundo, pero mi corazón se tendría que haber enamorado de él.

No podía parar de llorar, aunque lo intentase, no podía. Me abracé más a las piernas, aunque un pensamiento se me cruzó por la cabeza. ¡Claro! ¿Por qué no lo había pensado antes? Si acababa con mi vida, todo sufrimiento se iba a ir. “¿Pero eres idiota o qué te pasa?” Dijo la voz interior y racional. Sacudí la cabeza y, pese a que me parecía una buena idea en aquel momento, sólo conseguiría hacer daño a mis hermanas y sus parejas que, en el fondo, sabía que me querían. Bajé la mirada hacia el suelo y me enjuagué las lágrimas. Bueno, parecía que me había calmado un poco, pero los sollozos aún se estaban apoderando de mí. En un momento dado, escuché como alguien picaba a la puerta, del cual, pegué un respingo al no esperármelo. Al escuchar la voz que provenía del otro lado de la puerta, me quedé en silencio. No quería verlo, estaba muy dolida por lo que me dijo, pero… ¿por qué él estaba ahí? ¿Acaso se sentía culpable por lo que me dijo? ¡no, claro que no! ¿Por qué se tendría que sentir culpable por denigrarme de esa manera, del cual él juega con todas? Escuché que él seguía hablando, pretendiendo que le abriera la puerta, del cual no reaccioné. Ya cuando me llamó princesita, gruñí. ¡Odiaba ese apodo, por dios! Me levanté, pero dudé si abrir o no. Pese a que no me gustaba que me llamase Princesita, mi corazón deseaba abrirle y tirarme a sus brazos, pero sabía que no lo iba a hacer. Sacudí la cabeza y decidí a abrir de mala gana. – ¿Qué haces aquí? No te necesito para nada, ya te puedes largar por donde has venido, no necesito a un hombre tan gilipollas y tan estúpido en mi vida. Olvídame, para ti estoy muerta. – Cuando iba a cerrar la puerta, él la paró con la mano y, pese a que yo intentaba cerrarla, él era un hombre y tenía muchísima más fuerza que yo; además, de mi enfermedad, que él no sabía, que eso me provocaba ser algo más débil que una mujer normal. - No te voy a escuchar, ya te puedes largar con tus hermanos y tu familia, ellos te necesitan más que yo. – Dije dándome la vuelta. La verdad, es que la voz estaba quebrada por haber llorado tanto y, quizás, en ese momento no me importaba que supiera que había estado llorando y que, el causante, había sido él. Apreté los puños y me senté en la cama, dejando que él hiciera lo que le viniese en gana… total, no conseguiría nada, aunque en parte… me había hecho algo, por muy pequeño que fuera, feliz… que hubiera ido a verme después de eso, aunque no fuese para disculparse, me había gustado, pero tampoco lo iba a admitir; estaría admitiendo que estaba enamorada de él y quería dejarlo en silencio. Total, él me odiaba y estaba claro…
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¿Por qué me haces esto, cuerpo? (Dylan) +18 Empty Re: ¿Por qué me haces esto, cuerpo? (Dylan) +18

Mensaje por Dylan Z. Eckhardt Miér Mar 27, 2019 3:52 pm
En realidad, no las tenía todas conmigo con que me abriese la puerta, pensé que de verdad me odiaba y que lo había roto todo para siempre. Pero quería arreglarlo, al menos, todo lo que pudiese. Iba a seguir intentándolo, sabiendo que me costaría horrores conseguirlo. Pero cuando se abrió la puerta, no me podía creer que lo hubiese conseguido. La miré cuando ella ni siquiera me dejó hablar y empezó a echarme las cosas en cara. Pero sus palabras se me clavaron duramente en el corazón y decidí que aquello tenía que arreglarlo desde ese momento, al notar que iba a cerrar la puerta, coloqué mi mano contra ella y apreté para que no pudiera dejarme fuera de nuevo. -¡Cállate y escúchame, joder!- Dije intentando que me escuchase y no me interrumpiese porque estaba claro que me iba a escuchar quisiese o no. Entré en el cuarto y cerré de un portazo, cerrando el seguro para que nadie pudiese entrar, ahora sí que ninguna de sus dos hermanas o de las parejas de estas me iban a estropear el momento de hablar con ella.

Sabía que había estado llorando, joder no se tenía que ser un genio para darse cuenta. Suspiré y me di un par de vueltas por el cuarto, pasándome la mano por el pelo, desordenándome aún más el pelo. -Lo siento, ¿vale? Luxia, nada de lo que te dije en verano ni nada de lo que te dije hace un rato era verdad. Soy de sangre caliente y cuando me enfado no mido mis palabras… ¿lo que te dije en verano? Bueno, soy un imbécil que dice las cosas sin pensar, no lo pensaba de verdad. No eres nada de lo que te dije en aquel momento. Dije sin parar de dar vueltas aunque me paré y la miré tranquilamente. Al menos, me había calmado y podía pensar con claridad, decirle todo lo que sentía, sabía que no sería capaz de decirle que la amaba porque era un gilipollas y no era tan valiente como para eso, pero… no iba a dejar las cosas de ese modo.

Me acerqué a ella y me puse a su altura, poniendo las manos en sus hombros, soportando mi peso sobre mis dos piernas flexionadas, era difícil… pero por ella lo hacía. -Lo admito, soy un capullo, un imbécil, un gilipollas… puedes pararme cuando pienses que es suficiente, eh.- Dije intentando hacer una pequeña broma y que ella se olvidase un poco de lo cerdo que había sido, pero ponerme tan cerca no había sido tan buena idea como me había pensado porque ahora solo tenía ganas de sentirla… de besarla y de sentirla entre mis brazos. Algo que me podía costar la vida, pero que me matasen si no moría de ganas.

Me puse en pie y la miré, puse mis manos en sus hombros y la obligué a estirarse sin pensar demasiado bien en lo que hacía. Me puse encima de ella y puse una mano en su rostro, acariciándole una de sus mejillas. -Eres hermosa, eso no te lo puede negar nadie y puede ser que tengas un carácter algo complicado, pero todos los tenemos, yo el primero. Por eso, nada de lo que te dije era verdad, Luxia… nada.- Dije mirándola a los ojos, pero me di cuenta de lo que había hecho, estaba encima de ella, en su cama y no me pude controlar. Le cogí el rostro con ambas manos y la besé sin pensar demasiado en las consecuencias, por fin probaba aquellos labios… y debía decir que tenían el mejor sabor del mundo.


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¿Por qué me haces esto, cuerpo? (Dylan) +18 Empty Re: ¿Por qué me haces esto, cuerpo? (Dylan) +18

Mensaje por Luxia A. Valkirya Miér Mar 27, 2019 7:43 pm
La verdad, es que cuando me chilló diciéndome que me callase, pegué un ligero respingo sin que se notase. No esperaba que me chillase de aquella manera, por lo que fue que dejé que hiciera lo que le viniese en gana. Cuando me senté en la cama, vi cómo él empezaba a dar vueltas por la habitación, alborotándose el pelo. Hasta alborotándose el pelo estaba adorable. Sacudí la cabeza para evadir todo pensamiento que pudiera azotarme en ese momento; aunque todo cabía decir, que me sorprendió cuando él cerró la puerta con el pestillo. ¿Acaso quería hacerme algo? No… ¿qué va a hacerte, estúpida? Bajé un poco la mirada, desilusionada sin saber por qué. ¿Acaso quería que pasase algo entre nosotros dos? ¡Claro que lo quería! Pero era tan orgullosa que no lo iba a admitir, ni tampoco creía que pasase. Total, él me odiaba y seguro que tenía a millones de mujeres detrás suyo besándole los pies o el suelo que él pisa. La verdad, cuando él empezó a hablar, me sorprendió, ya que se estaba… ¿Disculpando? ¡Espera, espera, espera! ¡¿Dylan?! ¡¿Disculpándose?! ¿Qué le había pasado? ¿Acaso se había dado un golpe en la cabeza? Aunque, obviamente, internamente estaba sonriendo de felicidad, feliz que se disculpase, feliz que… ¡Bueno, da igual! Se estaba disculpándose y eso era lo que me importaba de verdad, al menos, reconocía sus errores, y eso… en el fondo, muy en el fondo, me gustaba. La verdad, es que las palabras querían salir de mi boca, pero no salían y eso no me gustaba. ¿Pensaría que soy retrasada? ¿Qué me da igual? ¡No, claro que no! Mi cuerpo estaba paralizado y, pese a que intentase hablar, las palabras no me salían, por mucho que lo intentase.

Ya fue cuando vi que se ponía a mi altura y me ponía las manos en los hombros. Sentí como mi cuerpo se tensaba, pero se relajaba a la vez. Me estaba tocando... estaba pasando algo que jamás pensaría que pasaría. También, juraría que mis mejillas estaban colorándose por momentos y mi cuerpo… ¿qué va a decir? Encantado de la vida, incluso, diría que estaba empezando a temblar, mientras mi corazón latía con fuerza. Estando tan cerca de él… me daban ganas de enviarlo todo a la mierda y besarlo, probar aquellos tentadores labios que mucha gente había probado, menos yo. Me estaba empezando a poner nerviosa, no sabía qué hacer… La garganta se me estaba secando y, por inercia, me humedecí los labios con la lengua mientras que las palabras no querían salir. Apreté los puños y tragué saliva, forzándome a decir algo, al menos… algo que él pudiera escuchar y no me juzgase. - Yo… esto… me alegro que te hayas disculpado, Dylan, pero eso no quita el daño que has provocado… – Bajé la mirada, no quería llorar más, no quería que nos enfadásemos de nuevo… no quería que ese momento acabase jamás… Aunque, cuando él hizo la broma, no pude evitar medio reírme un poco. Incluso era divertido cuando se lo proponía. Asentí con la cabeza con ligereza, dándole la razón en todo lo que él dijo, pero… estaba claro, que debía olvidarme de él completamente, sabía que no había futuro…

Lo que realmente me sorprendió, fue cuando me tumbó en la cama. ¡E-E-E-E-ESPERA! ¿Qué coño estás haciendo? La verdad, en ese momento, me puse algo más nerviosa y mi cuerpo empezó a temblar. Lo miré sorprendida, pero fue cuando me cogió del rostro y me besó. ¡¿Alguien me puede decir qué coño está pasando? ¡¿Hola?! ¡¿Dylan me estaba besando?! ¡¿A mí?! Realmente, no sabía cómo reaccionar, ¿realmente estaba bien lo que iba a hacer? “¡¿Quieres callarte y disfrutar del momento, so estúpida?!” Me dijo la voz interior, del cual, decidí dejarme llevar, correspondiéndole al beso. Por dios, no me lo podía creer… ¡Lo estaba besando! ¡Algo que deseaba desde hacía… realmente poco, pero lo deseaba! Lo que me tenía intrigada, es que si él querría ir más allá, sólo sería un beso o qué… Alcé los brazos y rodeé su cuello con ellos, dejándome llevar por la situación, intentando que mi cuerpo no temblase de los putos nervios que estaba pasando y… lo más importante, que no me dejase de besar jamás… Ese sabor, jamás se me olvidaría, pero bien sabía, que sólo me utilizaría para saciar sus ganas y después sería un “ni te he visto, ni me acuerdo”, que eso era lo que más miedo me daba y lo que más me dolería.
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¿Por qué me haces esto, cuerpo? (Dylan) +18 Empty Re: ¿Por qué me haces esto, cuerpo? (Dylan) +18

Mensaje por Dylan Z. Eckhardt Jue Mar 28, 2019 3:41 pm
No había pensado en lo que hacía, ni siquiera había pensado en lo que podría pasar. ¿Por qué la había estirado en la cama para ponerme después encima de ella? No lo sabía, tan solo había seguido un impulso de mi cuerpo, normalmente me guiaba por impulsos y aunque a veces me salían mal las cosas, otras salía ganando. Ella no me gritó cuando lo hice ni tampoco me pegó, lo cual ya era un punto a favor. Las cosas se habían calmado gracias a que me había disculpado porque yo mismo había entendido que había sido un mierda por todo lo que había dicho, no solo aquel día si no también en verano y también decía decir que mis hermanos tenían un poco también que ver en todo aquello. Seguramente, sin Dean y Ekhi no me habría calmado tan rápidamente o si lo hubiese hecho no habría pensado las cosas con tanta frialdad dándome cuenta de las estupideces que había hecho y no estaría haciendo todo lo que estaba haciendo en aquel momento.

Me esperaba la hostia del siglo, en serio. La había besado por seguir un impulso de nuevo, bueno, un impulso y que me moría de ganas de hacerlo. Vamos, que de no haberlo hecho aprovechando como estábamos habría sido imbécil, más de lo que ya era, claro. Pero abrí los ojos de la sorpresa mientras no dejaba de besarla cuando sentí que me correspondía... ¡vale! ¡Se acercaba el apocalipsis! ¡Luxia me estaba correspondiendo! No creía que pudiese ser mejor hasta que me envolvió mi cuello con sus brazos. ¡Joder! Para algunos sería una mierda, para mí era el maldito paraíso. Me apreté un poco más contra ella haciendo el beso más intenso y aquello hizo que la chispa saltase en mí. La deseaba, la deseaba como jamás lo había hecho con nadie. Era un deseo que me quemaba por dentro y amenazaba con convertir todo en cenizas, pero ahora no me iba a detener ante nada ni nadie.

Pasé mis manos entre el colchón y su cuerpo, poniendo las manos en su espalda y alzándola para quedarme sentado en la cama, con ella a horcajadas sobre mí. Separé mis labios de los suyos, lamiéndomelos para no perderme nada de su sabor y la miré a los ojos. -¿Lo deseas?- Dije besando sus labios con un pico, para después pasar mis labios por sus mejillas y bajando hacia su cuello, esperando su respuesta. Coloqué mis manos en su cintura, apretando contra mí, deseando que me dijese que sí. Dejando que ella diese el siguiente paso… a mí el deseo me estaba consumiendo y sólo deseaba el poder besarla por todo su cuerpo, poder sentirla.


Última edición por Dylan Z. Eckhardt el Lun Abr 01, 2019 4:45 pm, editado 1 vez
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¿Por qué me haces esto, cuerpo? (Dylan) +18 Empty Re: ¿Por qué me haces esto, cuerpo? (Dylan) +18

Mensaje por Luxia A. Valkirya Jue Mar 28, 2019 4:36 pm
La verdad, es que cuando me dijo que era hermosa, un atisbo de esperanza me azotó, pero después se desvaneció al pensar que se lo decía a otras para encandilarlas y poder satisfacerse mejor al ella ceder y abrirse de patas. Aún así, disfrutaba de aquel momento que tanto estaba deseando, aunque después no nos hablásemos o solo me utilizase para lo que él quería. ¡calla y disfruta pedazo de mendruga! Sin poder evitarlo, mientras nos estábamos besando, un ligero jadeo se apoderó de mi garganta y sentía como todo mi cuerpo ardía en deseo por aquel hombre que estaba encima de ella besándola como si no hubiera un mañana. La verdad, es que quizás podría acostumbrarme a eso, pero si quería olvidarme de él… sería muy difícil. Después, pude percatarme que él me apretaba contra su cuerpo y el mío tembló algo más de lo que ya estaba, pero estaba decidida a hacerlo si eso era lo que él deseaba. Me apreté más contra él y deseé, con todas mis fuerzas, que eso jamás terminase.

Ya, cuando él me levantó y me sentó encima suyo, me sorprendió porque no esperaba que él hiciera aquello. Se apartó y tragué saliva, aunque al abrir los ojos, pude ver cómo se lamía sus labios y eso me hizo estremecerme un poco. Estaba claro que deseaba hacerlo, no opondría ninguna resistencia ante él, estaba segura, me daba igual todo lo que pudiera pasar después, si mis hermanas me iban a juzgar o no, yo solo quería acostarme con él y disfrutar de ese momento de tranquilidad que había entre ambos. Después él empezó a besarme las mejillas, después de darme un pico, y después el cuello, del cual me estremecí y no pude evitar soltar un ligero gemido. Eso era más placentero que masturbarse y la verdad… me estaba gustando. Mi cuerpo estaba encendido y solo deseaba que me arrancaste la ropa y me hiciera suya, me daba igual que me hiciera daño, porque sabía que me lo haría, pero solo deseaba que él me poseyera y me hiciera suya. Él me apretó contra mí, después que me preguntase si lo deseaba, ¡claro que lo deseaba! Lo miré y asentí con la cabeza, sin atreverme a decir nada, lo deseaba desde hacía mucho, aunque hacía más bien poco que me había enterado que estaba enamorada de él. Tragué saliva y, pese a que mi cuerpo estaba tembloroso de los nervios, le empecé a quitar la camiseta, admirando aquel cuerpo tan… perfecto que tenía. Aunque también cabía decir que, cuando él me apretó contra su cuerpo, sentí como su cuerpo también estaba deseando poseer el mío, sentía como empezaba a excitarse y solo quería acabar eso rápido para que me pudiera poseer ya.
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¿Por qué me haces esto, cuerpo? (Dylan) +18 Empty Re: ¿Por qué me haces esto, cuerpo? (Dylan) +18

Mensaje por Dylan Z. Eckhardt Miér Abr 03, 2019 10:44 pm
¿Por qué no era capaz de decirle que la amaba y que no podía vivir sin ella? Porque era gilipollas, no había más. En vez de decir las cosas como eran, seguía siendo un mujeriego que no hacía más que irse con otras en vez de decir la verdad a la mujer que amaba de verdad. Pero en aquel momento iba a disfrutar de lo que iba a pasar, o de lo que yo esperaba que pasase. Todo mi cuerpo estaba ardiendo en deseo por ella, pero cuando aquel gemido se escapó de entre sus labios me calentó aún más, y sonreí aún más porque me estaba demostrando que le provocaba y que no podía aguantarse a mí. Eso me gustaba porque quería que se entregase y se dejase llevar, quería que se entregase por completo y poder poseerla. Dios, jamás pensé que podría llegar a desear a alguien de tal como lo hacía con Luxia.

La sonrisa se extendió por mi rostro cuando vi como me decía que si con la cabeza, aquello se estaba poniendo mejor por momentos. Me sorprendió cuando fue ella misma la que empezó a quitarme la camiseta, dejé que lo hiciera mientras yo empecé a levantar la suya, pasando mis dedos por encima de aquella piel de ángel que hacía que la desease muchísimo más. La ayudé a que me quitase la mía, mientras yo después le quitaba la suya, mordiéndome el labio ante la visión de aquellos pechos que tanto tiempo había esperado para ver, admirar y como iba a hacer en aquel momento, besar. Llevé mis manos hacia el cierre de su sujetador a su espalda, empecé a pasar mis besos de su cuello a su escote, besando y lamiendo cada centímetro de su piel, saboreando aquel sabor que me estaba volviendo loco. Sentía la presión en mi pantalón, sentía como mi amigo se estaba despertando a una velocidad de vértigo y eso solo era causado por la mujer con la que estaba a punto de acostarme y que me causaba todos aquellos sentimientos. Logré desabrochar aquella prenda de su ropa con rapidez, la tiré al suelo para que hiciera compañía a nuestras camisetas.

Antes de que ella pudiese reaccionar, mis labios atacaron a uno de sus pechos, primero besando este hasta llegar al pezón donde empecé a lamer, besar y morder como si me fuera la vida en ello, quería escucharla gemir, quería escucharla gritar mi nombre. No pude aguantarme, puse las manos en su espalda ahora desnuda y la empujé contra la cama haciendo que su cabeza quedase sobre las almohadas, mientras mis labios atacaban sin piedad a su pezón mientras una de mis manos se ocupaban del otro, acariciándolo, pellizcándolo con suavidad para no dañarla y apretando su pecho. Poco después, cambié de pecho ya que mi boca pasó al otro y mi mano se ocupaba del que hasta ahora había sido atendido por mi boca, me pegué a ella mientras lo hacía e hice que nuestras cinturas se rozasen por encima de la ropa, haciéndola sentir la presión que había debajo de mis pantalones y que esperaba solo por ella, ella podía hacer lo que quisiera porque aunque no lo pareciese, era su total esclavo.
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